Estamos viviendo una época de revivals, enla que se revisan épocas pasadas recientes, de la segunda mitad del siglo pasado, con la nostalgia de eclosión de color y creatividad que produjeron la carrera atómica, los avances científicos y tecnológicos y, como no, la carrera espacial.

Y en este contexto vuelve a ser protagonista un género de lámparas, un estilo icónico, que contiene todo el espíritu retro, la lámpara Sputnik, que recibe su nombre en homenaje al primer satélite artificial que orbitó alrededor de nuestro planeta en 1957, lanzado por la Unión Soviética.

Tras el exitoso lanzamiento del Sputnik 1, en los USA se creó la NASA para dar comienzo a una carrera de liderazgo tecnológico sin precedentes en la historia de la humanidad. El diseño, la publicidad, la literatura y el cine encontraron una enrome fuente de inspiración en aquella fabulosa etapa.

La lámpara Sputnik es un icono de esa era, diseño retro de los 60, que hemos visto en decoraciones modernas de mitad de siglo y que como cualquier gran pieza encaja en todo tipo de entornos eclécticos.

Son una categoría de lámparas de techo de la que existen muchas variantes cuyo denominador común a todas ellas es una base esférica de la que parten numerosos brazos, que pueden finalizar o no en la bombilla.

Una conocida versión de la Sputnik es esta de la firma Gajisa que nunca pasa desapercibida allí donde es protagonista de una iluminación ambiental.

Con una lámpara Sputnik y su diseño retro futurista atómico-industrial. no sólo ilumina se ilumina la estancia. Ya sea en el recibidor o sobre de la mesa del comedor, o una mesa de centro, esta pieza inmortal nunca pasará desapercibida.